Lee Anderson





















Lee Anderson


Escritor estadunidensee nacido en Tennessee en 1972, asociado a la cultura gotica y dark, sus obras son narradas dando una vista de la vida psicologica del personaje, es una nueva perspectiva, sus ibras se les clasifica dentro de las famosas novelas negras.

Fue profesor en una Escuela Superior de Criminalística, por estas experiencias puede describir con facilidad la mente de un criminal de una perspectiva psicologica, un claro ejemplo de ello es su libro El inquisidor.

Aquí les dejo una dirección donde pueden encontrar ese libro online

http://usuarios.lycos.es/laciudadgotica/newpage61.html

Sería genial que exploren un poco mas la información de la página...


Una pequeña parte del primer capítulo, espero les guste y continuen leyendo...




El inquisidor


Capítulo 1


..Aquella no era una escena típica en el medio. en el centro del frio salon del psiquiátrico, habia una mesa rectangular, en ella, el joven asentaba su mano con impotencia. Aquel no era un interrogatorio justo.

-Necesitamos que te relajes.Sólo queremos ayudarte-Decia, con mucho letargo el jefe de ese Centro.



Alli tres individuos frios, trataban de indagar en la mente del muchacho. Contaba con 17 años, pero era custodiado con celosa seguridad. El color blanco parecia que quemaba en los ojos en esta habitación que solo contaba con la mesa central, una camara en una esquina del techo y un espejo al lado derecho de la pared que suponia podia permitir la visulización desde el otro lado del salon a quienes presenciaban desde un angulo más seguro lo que acontecia dentro.



-Ahora, contestarás algunas preguntas. No tengas miedo...los doctores Martín y Wetson no tiene nada en tu contra...-Volvia a insistir el Doctor Krunliger.



-Dinos cual es tu nombre, tan sólo eso , ¿podrias decirlo con claridad? -Rogó Wetson.



-¡Mi Nombre es Mark Tailor y No Soy un Asesino! Grito con la poca fuerza que tenia aun en su ser.



-Nadie esta diciendo que lo seas Mark, pero debes entender que necesitas ayuda...tus padres estan muy preocupados, ¿Acaso no te importan ellos? - expresó el Doctor Martin. - Si cooperas con nosotros pronto saldrás de aqui y volverás a estar con ellos y con los que te quieren.-



-¿Se supone también que debo creerle Dr. Martin? -Contestó Mark- Ustedes no me dejarán salir de aquí...-



El Doctor Krunlinger miro hacia el espejo, quizás buscando la apreciacion de alguien detrás de éste. Su mirada se hizo más rígida hacia el debil muchacho quien mostraba los estragos del encierro. De una manera más firme regresó hacia la mesa, y , con fuerza, se dirigió hacia él:



-¡No juegues con nosotros chico, porque perderás! No tienes opción, te guste o no tendrás que cooperar asi que te recomiendo pongas de tu parte-



-Doctor krunlinger no es necesario su tono, creemos que el joven cooperará- Condenó El Dr.Martin.-Dinos Mark acerca de tu primer recuerdo concreto. Necesitamos conocer tu estado de lucidez, recuerdas a tus padres, a tu hermana, amigos...¿Qué recuerdos agradables tienes?¿Puedes compartirlos con nosotros?-añadio con todo comprensivo.



EL joven bajo la mirada, sus ojos reflejaban su amarga tristeza y el cansancio. Sintio un nudo en la garganta recordando las persona y lugares que seguramente no volveria a ver...


...La fria soledad del recinto era paradojico con el calor humano que se podia experimentar en la Catedral del Centro. Era el refugio por excelencia en medio de la locura de la ciudad. Alli los seres de la calle podian encontrar, además de un mensaje sobre la vida eterna, una buena comida y un lugar seguro para pasar la noche. El Padre Albert y las Hermanas procuraban Brindar un pedazo de cielo en medio de la tierra para aquellos hombres y mujeres rechazados , un hogar para muchos desposeidos. Aunque muchas veces pretendian salvar a las almas perdidas también debian rezar por las propias ya que en las calles los hombres ni temian a Dios ni muchos menos a sus siervos. Solia ser también profanado el recinto sagrado de los Necesitados...y aparte de las amanazas y los hurtos, las oraciones solian ser salvoconductos para seguir sobre la tierra. ¿Serian las plegarias de estas almas servidoras quienes desataron al Vengador? era la pregunta que más de uno perseguia en su mente...